jueves, 5 de julio de 2012

Entrenar la Inteligencia

Durante muchos años se pensó que la inteligencia era una capacidad innata, algo más o menos parecido a un don que se poseía o no. No se contemplaba la posibilidad de desarrollarla. Sin embargo, en los últimos tiempos se han realizado diferentes investigaciones que demuestran que la inteligencia, como cualquier otra capacidad, se puede desarrollar.
De hecho, desde hace algún tiempo, la Psicología ha dejado de apostar por la Inteligencia como una categoría única y hace referencia a la Inteligencia Fluida y a la Inteligencia Cristalizada, esta última implica toda la información que hemos almacenado a lo largo del tiempo y el cómo hacemos uso de las habilidades y destrezas que hemos aprendido.
Se conoce que la inteligencia cristalizada normalmente crece en la misma medida que envejecemos mientras que la inteligencia fluida llega a su punto de máximo esplendor durante la edad universitaria y después va disminuyendo gradualmente.
Sin embargo, un estudio realizado en el 2008 en la Universidad de Maryland se apreció que las personas que fueron sometidas a un entrenamiento muy sencillo basado en un juego por ordenador, mostraban una mejoría sustancial en su capacidad cognitiva, exactamente, en la inteligencia fluida: la capacidad para resolver problemas nuevos, para aprender, razonar, ver las conexiones y para llegar al fondo de las cosas.
Obviamente, no han faltado los detractores que continúan afirmando que la inteligencia fluida no se puede desarrollar a lo largo de la vida. Estos psicólogos aducen que en la misma medida en que envejecemos, apostamos cada vez más por las soluciones que ya nos han resultado útiles en el pasado puesto que no tendemos a buscar nuevas alternativas. A la misma vez, el conocimiento del mundo y sus relaciones lógicas, actúa como una barrera que nos impide ver nuevas conexiones entre las cosas.
Sin embargo, lo cierto es que si hacemos de la curiosidad un modo de vida, tendremos grandes probabilidades de encontrar nuevas relaciones entre las cosas, ser más creativos y, por ende, aumentará nuestra inteligencia fluida. En realidad para entrenar la inteligencia no necesitamos juegos de Nintendo especiales ni un coach que nos supervise sino tan solo tener la motivación y encontrar una manera divertida para hacerlo.

Fuente:
Jaeggi, S. M. et. Al. (2008) Improving Fluid Intelligence With Training on Working Memory. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America; 105(19): 6829–6833.

Escrito por Jennifer para Rincón de la Psicología

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